Curia Nuestra Señora de la Ilusión de Avila

Desde aquí intentaremos continuar un camino de fe en compañía de Jesús en María a través de la vivencia de Legión de María a través de los Praesidia de Ávila y Segovia.

Legión de María es un movimiento de seglares, que se proponen compartir su Fe y su tiempo con los demas. Funciona con reuniones semanales de grupo, donde se ora, se revisa la actividad apostólica y se estudian temas formativos para hacer más eficaz el apostolado. Puede pertenecer todo Católico que practique fielmente su religión y desee ser útil a la Iglesia y a la sociedad.


Virgen de la Milagrosa.

Virgen de la Milagrosa.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Mensajes desde el amor al hombre que sufre

Jornada Mundial del Enfermo (1.992 - 2.005)
Beato Juan Pablo II
Beato Juan Pablo II abrazando a joven.

S.E. Mons. Jesús Gracía Burillo -Obispo de Ávila- presenta el libro homenaje al Beato Juan Pablo II, "Mensajes desde el amor al hombre que sufre" con el testimonio de alguno de sus autores y la participación especial de Mons. Slawomir Oder, Postulador de su causa de Canonización, en la vispera de su Consagración Episcopal y dos días antes que S.S. el Papa Francisco de a conocer la fecha de su canonización. El Viernes 27 de Septiembre de 2.013 a las 19 horas en el Auditorio de la Fundación Caja de Ávila en el Pasaje Reyes Católicos.

Autores que asistiran a la presentación.

Dia: 27 septiembre 2013, viernes
Hora: 19 horas (7 de la tarde)
Lugar: Auditorio Fundación Caja de Avila en Pasaje Reyes Católicos

En colaboración con la Fundación Caja de Ávila

lunes, 16 de septiembre de 2013

Ocho de Septiembre, Natividad de la Virgen.



El día 8 de Septiembre conmemoramos el nacimiento de la Virgen María. La fiesta que siempre se ha conocido como: "La Virgen de Septiembre". Ha sido la manera tradicional como se ha conocido.

Pero, aunque era familiar esta expresión y llevaba consigo una cantidad grande de fe y devoción  muchas personas seguramente desconocian "el nombre propio" de esa fiesta. Con lo cuál, durante muchos años, ha pasado para muchos ese día sin conocer el gran significado que encerraba. Porque, con el nacimiento de la Virgen comenzó a iluminarse el mundo con una luz que llegaría al punto máximo con la aparición de Jesús, el Hijo de Dios.
Como dice la Liturgia de Navidad: Cristo es el SOL de justicia, María es la AURORA.
Como escribe Santa Matilde: "Dios puso más cuidado en construir ese microcosmos que es María que en crear el macrocosmos que es el mundo entero".

Cuando se va a Tierra Santa, los cristianos tienen ocasión de vivir unas realidades que, antes de ir por allí, eran impensables para ellos porque, por mucho que uno quiera figurarse o imaginar nunca podrá llegar a la verdad de esas cosas que, estando frente a ellas, entran por los ojos. La Virgen nació en Jerusalem y sabemos que la tradición y después la arqueología y, antes uno de los evangelios apocrifos, concretamente el llamado Protoevangelio de Santiago, habla de que su nacimiento tuvo lugar en la que hoy lleva el nombre de Iglesia de Santa Ana, junto a la piscina  de que nos habla el evangelio, donde Jesús hizo el milagro de la curación del paralítico. pero esto, aunque importa, poco importa, lo grande está en agradecer a Dios el regalo inmenso que hizo a la humanidad poniendo en el mundo a esta Mujer, embellecida por Dios, para ser el sagrario viviente y la primera sede de su Hijo.
Hay una estrofa en el himno que se reza en la Liturgia de las Horas, que dice:
 
"Hoy nace una clara estrella
tan divina y celestial
que, con ser estrella, es tal
que el mismo Sol nace de ella".

Bien podemos decir que el nacimiento de María es como el comienzo de la salvación que llegará a su termino perfecto y glorioso con la muerte y resurrección de Cristo. Con Él nace un mundo nuevo. Con María van apareciendo los cimientos del templo que será esta "Nueva Mujer" de la cuál en su día nacera Jesús, el Salvador. Ella es portadora de la alegría, la puerta del cielo, la madre de los pecadores, la reina de los santos.
Ella es, para nosotros modelo de fe, espejo de virtudes, ramo de fidelidad. A Ella como San Bernando le decimos:

"Oh, clemente;
Oh, piadosa;
Oh, dulce Virgen María;"


Allocutio de Don Segundo, Dtor. Esp. de los Praesidia
"Virgen Fiel" y "María, Virgen y Madre" 
de la Parroquia de San José Obrero de Ávila

http://wa5.www.artehistoria.jcyl.es/v2/jpg/FEN21829.jpg
Nacimiento de la Virgen María Obra de Alejo Fernández. Catedral de Sevilla. Oleo sobre tablahttp://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/21829.htm

martes, 3 de septiembre de 2013

7 de Septiembre 2.013: 92º Aniversario fundación Legión de María. Nombre y origen

 
Celebración del 92º Aniversario de la Legión de María:

El proximo Sabado 7 de septiembre la Legión de María celebra el 92 Aniversario de su fundación y la curia de Avila lo celebrará en la parroquía de Santiago de Ávila, rezando a las 18 horas el Santo Rosario y a continuación a las 18:30 horas celebrando la Eucaristía de acción de gracias por estos 92 años caminando en Jesús con María.

Nombre y Origen de la Legión de María.

  La Legión de María es una asociación de católicos que, con la aprobación eclesiástica, han formado una Legión para servir a la Iglesia en su perpetua lucha contra el mundo y sus fuerzas nefastas, acaudillados por Aquella que es bella como la luna, brillante como el sol, y -para el Maligno y sus secuaces- terrible como un ejército en orden de batalla: María Inmaculada, medianera de todas las gracias.

     "Como resultado de la caída, toda la vida humana, tanto individual como colectiva, se presenta como una lucha dramática entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas" (GS, 13).

     Los legionarios ansían hacerse dignos de su excelsa y celestial Reina, y lo intentan mediante su lealtad, sus virtudes y su valentía. Y se han organizado a modo de ejército, tomando como modelo particular a la legión de la antigua Roma. La Legión de María ha hecho suya la terminología de la legión romana, pero, a diferencia de ésta, ni sus huestes ni sus armas son de este mundo.

     Este ejército mariano, ahora tan numeroso, tuvo los más humildes comienzos. No se formó conforme a un plan preconcebido; brotó espontáneamente. Tampoco se formuló un proyecto de reglas y prácticas. Al contrario, por todo preparativo, alguien sugirió una idea, se fijó una tarde, y se reunieron unas cuantas personas, sin sospechar que habían de ser instrumentos escogidos por la divina Providencia.

     En nada se distinguió aquella primera junta de las que hoy celebra la Legión de María en el mundo entero. La mesa, alrededor de la cual se reunieron, tenía puesto un altarcito cuyo centro era una estatua de la Inmaculada (de la Medalla Milagrosa), sobre un lienzo blanco, entre dos floreros y dos candeleros, con velas encendidas. Este conjunto, tan rico en simbolismo, obedeció a la inspiración de una de las primeras socias. Y allí quedó cristalizado todo lo que representa la Legión de María. La Legión es un ejército: pues bien, allí estaba la Reina antes de reunirse ellos; estaba esperando el alistamiento de aquellos que Ella ya sabía iban a venir. Ella fue quien los escogió, y no al revés, y, desde entonces, ellos se han puesto en marcha y luchan a su lado, sabiendo que el salir triunfantes y el perseverar guarda un ritmo exacto a su unión con Ella.

     El primer acto colectivo de aquellos legionarios fue arrodillarse. Aquellas frentes jóvenes y sinceras se inclinaron. Rezaron la invocación y la oración del Espíritu Santo; y luego, entre los dedos ya cansados por el trabajo del día, desgranaron las cuentas de la más sencilla de las prácticas piadosas. Al extinguirse el eco de las jaculatorias finales, se sentaron, y bajo los auspicios de María, representada allí por su imagen, se pusieron a pensar cuál sería el mejor modo de agradar a Dios y de hacerle amar en el mundo. De aquellas consideraciones brotó la Legión de María con todas sus características, tal como es hoy.

     ¡Qué portento! ¿Quién, al contemplar aquellas humildes personas, tan llanamente ocupadas, hubiera podido suponer -ni al calor de la más loca fantasía- el destino que de allí a poco les aguardaba? Y entre ellas mismas, ¿quién sospechó jamás que entonces precisamente estaban fundando una organización destinada a ser una nueva fuerza mundial, la cual, fielmente encauzada y aprovechada, en manos de María, sería capaz de dar vida, esperanza y dulzura a las naciones? Con todo, así había de ser.

     Aquel primer alistamiento de legionarios de Maria se hizo en Myra House, Francis Street, Dublin, Irlanda, a las ocho de la noche del 7 de septiembre de 1921, víspera de la fiesta de la Natividad de nuestra Señora. Por algún tiempo la organización se llamó "Asociación de nuestra Señora de la Misericordia", nombre tomado del título de la unidad madre.

     La fecha del 7 de septiembre, dictada al parecer por circunstancias fortuitas, se tuvo al principio por menos apropiada que si hubiera sido al día siguiente; sólo después de algunos años, en los que María dio pruebas señaladas de su amor verdaderamente maternal, se echó de ver que no fue un rasgo menos delicado el que mostró hacia la Legión, haciendo coincidir su fundación con la hora de su nacimiento. Dice la Sagrada Escritura (Gén. 1, 5) que el primer día de la creación estuvo compuesto de tarde y mañana; así, era muy propio que fuesen los primeros aromas de la Natividad de nuestra Señora, y no los últimos, los que impregnaran la cuna de aquella organización, cuyo primero y más constante empeño ha sido siempre reflejar en si misma la semejanza de María como el medio más eficaz para glorificar al Señor y hacerle llegar a los hombres.


     "María es Madre de todos los miembros del Salvador porque, en virtud de su caridad, Ella ha cooperado al nacimiento de los fieles en la Iglesia. María es el molde viviente de Dios, es decir: sólo en Ella se formó al natural el hombre-Dios sin perder -digámoslo así- ningún rasgo de su divinidad; y sólo por Ella puede transformarse el hombre -de un modo adecuado y viviente en Dios, en cuanto es capaz la naturaleza humana por la gracia de Jesucristo" (San Agustín).
"La Legión de María muestra el verdadero rostro de la Iglesia Católica" (Papa Juan XXIII).